Gregorio Sabillón (Honduras - 1945) es conocido por utilizar una técnica de retablo antiguo al servicio de unos temas de un frío y cruel surrealismo que bordea algunas veces la reacción del asco o la repulsión del espectador.
Gregorio Sabillón -El concierto |
El bello feo o el feo bello
La técnica de Sabillón aúna realismo mágico con hiperrealismo, reflejado, por ejemplo, en unas simples nueces abiertas cuyo interior tiene una visual blandura de vísceras. Otras iconografías como las barras de pan frías y resecas y los desnudos de mujer con cabeza de pájaro o de espina de pescado, alcanzan también un impacto gracias a la perfección de su entorno. Hay, por ejemplo, fondos de cuadro o ventanas abiertas al paisaje de sorprendente belleza. Y por fin otras obras se deslizan decididamente hacia la crueldad absoluta, con sus animales muertos, medio descompuestos y sus figuras humanas más o menos deformes y de rebuscada vulgaridad puestas de manifiesto con una minuciosa técnica que hace añorar el realismo tan profundo y humano de Cervantes o de Velázquez.
Gregorio Sabillón - Nísperos y nueces |
Gregorio Sabillón - Barra rota |
Sabillón siempre pone de relieve la intención de ligar belleza formal y feísmo. Feísmo en unos argumentos que construye rompiendo, deformando y envejeciendo rostros y figuras con bellos interiores o paisajes repetidos, cuidados y poetizado con una cálida luz ambiental.
Gregorio Sabillón - Transmutación avícula |
Gregorio Sabillón - Maternidad I |
Sabillón nos muestra su mundo de fantasmagorias y misterios, de seres inquietantes que, en más de un caso, nos evoca al Bosco y aún más a Breughel. De ahí parte la inquietud, del espectador, al intentar buscar una explicación a inútiles explicaciones. Las mutaciones de los seres de Sabillón se narran con oficio de maestro: tensiones, desgarros, angustia se logran de acuerdo con el fin que se persigue: provocar.
Gregorio Sabillón - Eslabón retrato |
Gregorio Sabillón - Coherencia |
Todos moriremos
La enfermedad, el envejecimiento, la deformidad o la muerte nos recuerdan nuestra vulnerabilidad y, por ello, suelen generarnos miedo y rechazo. Este es precisamente el objetivo de Sabillón: poner de manifiesto en sus obras la naturaleza fugaz de la vida o el "memento moris" -
acuérdate de que todo es pasajero y mutable -, una frase acuñada durante las plagas de la Edad Media o durante los clásicos del siglo
oro español.
Gregorio Sabillón - Felipe II |
Gregorio Sabillón - Remembrenza |
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